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La mayor parte de la enseñanza moderna de profecías tiene como fundamento la semana 70 de Daniel. Muchos enseñan que Dios detuvo su "reloj" y empujó la semana 70 hacia el futuro para establecer una "Era de Gracia" para los "gentiles". A menudo se enseña que la semana 70 comenzará con el Rapto, el surgimiento de un Anticristo, el comienzo de la Tribulación y el cumplimiento de la mayor parte del libro de Apocalipsis. Todas estas enseñanzas se basan en una comprensión incorrecta de la historia. Este libro reconstruye los fundamentos de la historia y muestra cómo la enseñanza de la profecía debe modificarse para ajustarse a la historia.
Category - Short Book
La más gran esperanza del dispensacionalismo es el rapto de la Iglesia (gentil). La vista [opinión] declara que ningún judío será raptado, sino que ellos permanecerán en la tierra durante la gran tribulación. Esto es basado en la idea equivocada que los judíos representan todas las doce tribus de Israel listadas en Apocalipsis 7.
Algunos dicen que el rapto vendrá al principio de la 70ª semana de Daniel; otros dicen que ocurrirá a la mitad de la semana; y todavía otros dicen que vendrá después. Todas estas vistas, claro, asumen un rapto (traslado). Ellos sólo disienten en el tiempo de pasar. Ninguno de ellos entiende la segunda venida de Cristo como es profetizada por los días de las fiestas de Israel.
Los días de la fiesta de Israel fueron divididos en dos partes. Las fiestas de primavera (Pascua y Pentecostés) profetizaron del primer trabajo de Cristo en la tierra; las fiestas de otoño (Trompetas, Expiación, y Tabernáculos) profetizaron de los eventos que rodean Su segunda venida.
Los dispensacionalistas desarrollaron su concepto del rapto sin entender los días proféticos de las fiestas. Por eso, ellos interpretan mal muchas de las declaraciones del NT que presumen un conocimiento anterior de los días de las fiestas.
La segunda venida de Cristo es uno de los temas mayores en ambos AT y NT. Fue profetizado en la ley y en los profetas, y algunos de los modelos más importantes de Su venida se registraron bajo Moisés, cuando Dios descendió al monte Sinaí, y Moisés “se levantó de mañana” (Exodo 34.4) para encontrárselo en las nubes del monte.
Las dos venidas de Cristo son mandadas en Levítico 14 y 16 en las leyes de las dos avecillas y los dos machos cabríos todos de los cuales representan a Cristo. En Levítico 14 encontramos que requiere dos avecillas (palomas) para limpiar a los leprosos. La lepra es un tipo de muerte lenta (la mortalidad) que no se supera por una sola ave sino DOS de ellas. La primera es matada, representando la muerte de Cristo en Su primera venida; la segunda es mojada en la sangre de la primera y soltada al campo abierto (Levítico 14.5-7). Así, Apocalipsis 19.13 pinta a Cristo en Su segunda apariencia siendo soltado al campo (es decir, el mundo, Mateo 13:38), con Su manto mojado en sangre.
Igualmente, en Levítico 16 encontramos dos cabríos necesarios para limpiar el pecado. El primero es matado que profetiza de la muerte de Cristo en la cruz. El segundo es soltado vivo en el desierto (el mismo significado como el "campo").
Así que no hay ninguna pregunta que la ley profetiza de dos venidas de Cristo. La pregunta no es SI, sino COMO El volverá. Muchos también han intentado deducir CUANDO El volverá.
Se encuentran los detalles más importantes de Su venida en las profecías de los días de fiesta de Israel. Los días de fiesta son divididos en dos partes—fiestas de primavera y fiestas del otoño. Semejantemente, los sacrificios diarios eran divididos en sacrificios de la mañana y tarde. Todos éstos pintan las dos venidas de Cristo.
Las fiestas de la primavera fueron cumplidas en la primera venida de Cristo. El murió como el Cordero de la Pascua en el momento cuando la gente estaba matando los corderos en la tarde de Abib 14 (o Nisán 14). El fue levantado de la muerte en el primer domingo después de la Pascua, según Levítico 23.11,
11 'Y él [sumo sacerdote] mecerá la gavilla [de cebada] delante del SEÑOR, a fin de que ustedes sean aceptados; el día siguiente al día de reposo el sacerdote la mecerá.
Jesús fue levantado de la muerte mientras todavía era oscuro, probablemente el momento que el nuevo curso de sacerdotes llegó al templo para realizar sus deberes durante la semana. Ellos tenían que llegar aproximadamente a las 3:00 de la mañana para empezar la preparación del sacrificio de la mañana.
La gavilla era mecida como la hora del sacrificio de la mañana alrededor de la tercera hora del día. Eso era la hora cuando Jesús fue presentado al Padre en el cielo. El tenía que esperar por algunas horas después de Su resurrección hasta que el sumo sacerdote meciera la gavilla, porque ése era el designado tiempo profetizado en la ley para Su presentación como las "primicias" de Creación (1 Corintios 15.23).
Siete semanas después de que la gavilla fue mecida, la ofrenda de trigo de Pentecostés fue hecho en el templo (Levítico 23.17). También fue ofrecido a la tercera hora del día, la hora del sacrificio de la mañana. Este era el momento cuando el fuego bajó del cielo y aceptó la ofrenda de los corazones de las personas. Pero Dios no validó la ofrenda siendo hecho en el templo. En cambio, El vino del cielo sobre los discípulos en el aposento alto, validando su verdadera ofrenda de "trigo" que ofrecían (Hechos 2:1-3).
Los discípulos salieron en las calles, profetizando en lenguas, y algunas personas pensaron que ellos estaban ebrios. Pedro respondió en versículo 15,
Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. [9 A.M.]
Una vez más, vemos cuan importante que son los momentos y tiempos de los eventos. La ley había profetizado el momento de la crucifixión (a la media tarde del 14 de Abib); Así había profetizado el momento de Su resurrección (la venida del nuevo turno de sacerdotes). Así había profetizado de Su presentación como las primicias a la tercera hora del día. Así había profetizado de la venida del Espíritu en el día de Pentecostés a la tercera hora del día mientras el sumo sacerdote ofrecía una nueva ofrenda de harina de trigo.
Cuando hemos terminado estudiando la correlación entre las fiestas de primavera y los eventos del NT que rodean el propósito de la primera venida de Cristo debemos tener un buen alcance de la mente de Dios y cómo la ley también profetiza de Su segunda venida. Las fiestas del otoño (Trompetas, Expiación, y Tabernáculos) profetizan de los eventos de Su segunda venida.
El tocar de Trompetas en el primer día del séptimo mes (calendario hebreo) profetiza de la resurrección de los muertos. Los judíos tradicionalmente lo llamaron "El Día del Toque del Desper tar" [o aclamación], y ellos van a menudo a los cementerios para conmemorar este día, porque ellos han entendido por mucho tiempo que esto profetiza de la resurrección de los muertos.
Pablo nos dice en 1 Tesalonicenses. 4.16 que "y los muertos en Cristo resucitarán primero”. Este es el primer evento en la sucesión de eventos que cumplen las fiestas del otoño. Pablo también dice en 1 Corintios 15.52,
52 en un momento [átomos, un cambio atómico], en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
En aquel tiempo la trompeta fue tocada para señalar el principio de cada mes cuando los testigos vieron la primera luna creciente sobre el horizonte en la puesta del sol. Al primer día del séptimo mes fue un sonar de una trompeta especial llamada “la final trompeta”, porque esto era el mes final de los días de fiestas originales de Moisés.
En cuanto al momento del retorno de Cristo, Pablo parece indicar en 1 Tesalonicenses 4.16 que el Señor "descenderá del cielo" en el momento de la resurrección-eso es, cuando la trompeta es tocado en la mañana del primer día del séptimo mes. Si es así hay más en este “retorno” de Cristo que simplemente Su descenso del cielo. La Cabeza todavía tiene que ser unida con el Cuerpo, pero El no puede hacerlo hasta que los santos vivientes sean cambiados en sus átomos y hechos inmortales e incorruptibles.
Ese cambio es profetizado ocurrir en el primero [día] de Tabernáculos que son dos semanas después de la trompeta de resurrección es tocado. Nosotros discutiremos la fiesta de Tabernáculos brevemente.
Así el primer día del séptimo mes, el día de Trompetas, profetizaba de la resurrección de los muertos. Pero contrariamente a mucha enseñanza moderna, no todo ocurrirá en este día. Este es sólo el principio de eventos finales.
El tocar de trompetas empezó un tiempo de 10 días de arrepentimiento e introspección que culminó en el Día de Expiación en el 10º día del 7º mes. Cuando los muertos son resucitados, muchos se arrepentirán, incluyendo muchos en la misma iglesia, porque muchos cristianos serán asustados y espantados cuando ellos ven que el "rapto" no ocurrió—o quizás ellos asumirán que SI ocurrió, pero ellos fueron "dejados atrás".
Algunos ajustes mayores en su escatología tendrán que ser hechos muy rápidamente, porque los santos vivientes no serán arrebatados en el mismo día que la resucitación ocurre. El arrebatar es fijado para Tabernáculos.
Cinco días después del Día de Expiación es el principio de la fiesta de Tabernáculos (el día 15 del 7º mes). Dura una semana completa y finaliza con una ceremonia final en el octavo día (el día 22 del 7º mes). Esta fiesta profetiza del “cambio” que ocurrirá en los cuerpos de aquéllos que están vivos al final de la edad. Pablo dice en 1 Corintios 15.51,
51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
El "cambio" ocurrirá en el primer día de Tabernáculos. Este cambio del mortal a la inmortalidad y de la corrupción al incorrupción permitirá los vivos para ser unidos con aquéllos que fueron levantados de la muerte dos semanas antes. A este punto, ellos tendrán el mismo tipo de "carne" porque será carne espiritual. Los dos grupos no pueden unirse hasta que ellos tengan el mismo cuerpo.
Este también es el tiempo del parto del "Hijo varón" que es "Cristo en vosotros, la esperanza de gloria" (Colosenses 1.27). Creyentes son impregnados con Cristo por el Espíritu Santo, siguiendo el mismo modelo como Jesús y Su madre. María fue impregnada por el Espíritu Santo (Lucas 1.35), haciendo a Jesús el producto de un Padre Celestial y una madre terrenal.
El era así ambos Hijo de Dios e Hijo de Hombre, teniendo dos padres. Esto era necesario para que la ley sea cumplida dándole dominio en ambos cielo y tierra.
Es el mismo con los creyentes en Cristo, porque somos coherederos con El (Romanos 8.17). El gran secreto (el "misterio") de la Iglesia es "Cristo en vosotros" (Colosenses 1.27). Esa semilla santa en nosotros es el feto espiritual que tiene un Padre celestial y una madre terrenal. En ese sentido, somos todos parte de la compañía de la Novia, si somos masculinos o hembras en el natural.
Cuando nosotros experimentamos la fiesta de la Pascua (justificación), somos impregnados por el Espíritu. Pentecostés profetizó el crecimiento del niño (santificación). Tabernáculos profetizó de su nacimiento, y el octavo día de Tabernáculos profetizó de su "circuncisión" y presentación a Dios, que por ley debe ocurrir al octavo día.
Esta semilla santa, "Cristo en vosotros", no es el propio Jesucristo. Es una nueva generación, "una nueva creación" (2 Corintios 5.17). Es una extensión de Cristo, porque es Su Cuerpo. Todavía es también "nosotros", porque es "el real usted". Estamos llegando a ser aquella próxima generación, por así decirlo. Nuestro "hombre natural", como Raquel, "muere" en el parto (Génesis 35.18), y nosotros asumimos un nuevo formulario de existencia, inmortal, incorruptible, perfeccionado y completo.
Cuando los santos vivientes son cambiados y el Hijo varón es llevado al nacimiento completo en el primer día de Tabernáculos, ellos disfrutarán del mismo tipo de cuerpo perfeccionado que los muertos ya habían recibido dos semanas más temprano al tocar de la trompeta. A ese punto, ellos se unirán en la armonía perfecta en un Cuerpo.
Sin embargo, este Cuerpo todavía estará incompleto hasta que la Cabeza se una con el Cuerpo. La Cabeza no puede unir con el Cuerpo hasta que el propio Cuerpo esté unido como uno, y por esta razón la unión de la Cabeza con el Cuerpo debe venir en medio de los Tabernáculos. Esto debe ocurrir algún tiempo entre el primer día y el octavo día cuando este Nuevo Hombre de Creación (teniendo ambos Cabeza y Cuerpo) tiene que ser presentado al Padre en su estado perfeccionado.
La unión de la Cabeza con el Cuerpo, yo creo, vendrá en algún momento entre el primero y el octavo día de Tabernáculos. El modelo bíblico para este evento se muestra en Juan 7, el único relato donde Jesús guardó la fiesta de Tabernáculos. Leemos en Juan 7.2,
2 Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos;
Jesús les dijo a Sus discípulos que fueran a Jerusalén por adelantado de El en versículos 6-8.
6 Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto…8 Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido.
Pero una vez que El había mandado a los discípulos adelantado El fue a la fiesta en secreto. Leemos en Juan 7.10-14,
10 Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto… 14 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.
Este relato sumamente profético nos da el tiempo de Su segunda venida. El "templo" es el cuerpo de Cristo (1 Corintios 3.16). Aunque El "viene" anterior a su apariencia al Templo, queda "secreto" hasta la mitad de la fiesta de Tabernáculos. Esto profetiza, yo creo, del hecho que Jesucristo "vendrá" al principio o antes del principio de Tabernáculos, pero no estará en contacto con Sus discípulos (el verdadero templo) hasta la mitad de la fiesta.
En la historia en Juan 7, El tenía que separarse de los discípulos por un tiempo para reunirse la Cabeza con el Cuerpo a la mitad de la fiesta. Así también en la segunda venida de Cristo, la Cabeza no puede unir con el Cuerpo hasta que el Cuerpo entero haya sido hecho "una carne" en el primero de Tabernáculos. El tiene que unir con ellos antes del octavo día cuando el Cuerpo completo tiene que ser presentado al Padre. Así, El viene a la mitad de la fiesta.
El "nuevo hombre" no se permite ser presentado al Padre hasta el octavo día. Esta ley se encuentra en el Exodo 22.29 y 30,
29 No demorarás la primicia de tu cosecha ni de tu lagar. Me darás el primogénito de tus hijos. 30 Lo mismo harás con el de tu buey y de tu oveja; siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.
El "nacimiento" de este Hijo colectivo ocurre en el primer día de Tabernáculos. La presentación de este Hijo colectivo ocurre en el octavo día, según la ley (de arriba). Cualquiera y toda la presentación de hijos al Padre sólo puede ocurrir en un octavo día. Después de Su nacimiento, Jesús fue presentado al Templo al octavo día (Lucas 2.21). Después de Su resurrección-nacimiento, Jesús tenía que ser presentado al Padre en el día después del sábado (Levítico 23.11), normalmente conocido hoy como "domingo de la Pascua". Fue el octavo día.
De la misma manera, en lo que concierne al Hijo colectivo, la presentación tiene que ser hecha al octavo día de Tabernáculos, y por eso hay ocho días asociados con Tabernáculos (Levítico 23.39). Así también en la historia en Juan 7.37-39, Jesús profetizó del fuego de gloria de Dios que viene durante el octavo día de Tabernáculos.
37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Hay algunos que creen que el gran día de la fiesta fue el séptimo día de Tabernáculos. Otros eruditos dicen que es el octavo día. El problema está resuelto cuando entendemos que profetiza de la gloria de Dios siendo manifestada a través de los Hijos de Dios. Esto es profetizado en Levítico 9 como estar en el octavo día. Está en la historia de la consagración sacerdotal en Levítico 8 y 9. Dios dijo a Aarón y a sus hijos en Levítico 8.35 a 9.1,
35 A la puerta, pues, del tabernáculo de reunión estaréis día y noche por siete días, y guardaréis la ordenanza delante de Jehová, para que no muráis; porque así me ha sido mandado. 36 Y Aarón y sus hijos hicieron todas las cosas que mandó Jehová por medio de Moisés. 1 En el día octavo, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel;
Así que los sacerdotes en aquel día fueron consagrados por siete días completos y entonces surgieron del tabernáculo en el octavo día. El evento principal del octavo día es expresado en Levítico 9.4, “ porque Jehová se aparecerá [se manifestará] hoy a vosotros a usted". Versículo 6 agrega a esta revelación, diciendo, "y la gloria de Jehová se os aparecerá". El cumplimiento real se encuentra en versículo 24,
24 Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.
Así, el fuego (la gloria) del Señor fue manifestado a todas las personas, y "viéndolo todo el pueblo". Esto profetiza de los resultados de la manifestación de los Hijos de Dios después de su presentación en el octavo día. Por esta razón, yo creo que los sacerdote s de Dios han de consagrarse a Dios durante siete días completos antes de manifestarse en el octavo día. Por lo tanto, la profecía de Jesús en Juan 7.37-39 en el último gran día de la fiesta, mientras profetizando del derrame del Espíritu, aplica al octavo día de Tabernáculos.
Claro, por nuestro día, Dios ha levantado un nuevo orden de sacerdotes de Melquisedec, pero todavía el modelo bajo Moisés es un tipo profético que aplica hoy. El sacerdocio de Melquisedec no está limitado por la genealogía, como era el sacerdocio levítico. Uno tenía que ser de Leví (y específicamente de Aarón) para ser de aquel sacerdocio. Pero Jesús era de Judá. El no estaba calificado como sacerdote de Leví, pero El es ciertamente calificado como el Sumo Sacerdote del Orden de Melquisedec (Hebreos 5.6).
Muchos hoy piensan que Jesús vuelve para ser Sumo Sacerdote de un templo en Jerusalén donde sacerdotes levíticos dirigirán los sacrificios diarios y atenderán a Dios de una manera del antiguo pacto. Pero la ley le prohibe a un judío que sea Sumo Sacerdote del orden de Aarón. Jesús viene como el Sumo Sacerdote de un orden completamente diferente que precedió el orden de Leví. El será Sumo Sacerdote de un nuevo Templo colectivo del cual somos las "piedras vivas" (1 Pedro 2.5).
Este Templo es de la Nueva Jerusalén, no la ciudad vieja. Es la ciudad de libertad, no de esclavitud (Gálatas 4.25, 26). Es una ciudad del nuevo pacto, no perteneciendo al antiguo pacto que es dado una etiqueta del nuevo pacto.
Y por eso los "sacerdotes de Dios y de Cristo" mencionado en Apocalipsis 20.6 no son sacerdotes de Leví, sino de Melquisedec. Uno no necesita tener una genealogía particular para calificar para este sacerdocio. Los gobernantes en la edad venidera de Tabernáculos no son sacerdotes judíos (como algunos han enseñado), sino son vencedores de todas las edades pasadas, independiente de su genealogía. (Vea Hebreos 7.3).
Levítico 21.17 demanda que los sacerdotes no tengan defectos.
17 Habla a Aarón y dile: Ninguno de tus descendientes por sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios.
Bajo el antiguo pacto, los sacerdotes de Leví no podrían atender a Dios si ellos tenían cualquier defecto físico. Bajo el nuevo pacto, los sacerdotes de Melquisedec no pueden atender a Dios con cualquier defecto espiritual.
El nuevo hombre de creación es el cuerpo colectivo de Cristo que es sanado de todos los defectos a través de la resurrección o a través de la fiesta de Tabernáculos. Este nuevo hombre también es un sacerdote colectivo, como leemos en Apocalipsis 20.6, “que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”.
Este cuerpo sacerdotal tiene que ser sin defecto teniendo todos sus partes del cuerpo para calificar bajo el sacerdocio de Melquisedec. Los vencedores muertos son los primeros en encontrar sanidad de la muerte cuando ellos se levantan de la muerte al tocar la Trompeta. Los vencedores vivientes encuentran sanidad de la muerte (la mortalidad) dos semanas después del primer día de Tabernáculos.
Estos dos grupos entonces pueden ser unidos ya que este Cuerpo viene siendo juntado. La Cabeza viene entonces a la mitad de la fiesta para hacer el cuerpo completo en todas sus partes. Sólo entonces califica el nuevo hombre de creación como sacerdote de Dios en el orden de Melquisedec o para ser presentado como un Hijo al octavo día. Este es el modelo visto al final de Levítico 8 y todo el capítulo 9. Entonces la gloria de Dios es manifestada.
Huelga decir que “el nuevo hombre de creación” no es una iglesia “gentil” pero incluye todos los creyentes verdaderos. Creyentes judíos no serán excluidos, ni tampoco “se quedaran en la tierra” como un grupo separado.
En 1 Tesalonicenses 4.17 Pablo habla de ser “arrebatado”. La palabra en griego es harpazo. El término “rapto” viene de la traducción de esta palabra en latín: rapto.
16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados [griego: harpazo; latín: rapto] juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
El término griego harpazo es usado del traslado de Felipe de un lugar a otro en Hechos 8.39. Claro, Felipe no dejó la tierra, pero él sí tuvo una experiencia momentánea transcendiendo tiempo y espacio. Era ciertamente una experiencia espiritual que físicos llamarían un "viaje hiper-dimensional". Es decir, uno puede dejar la dimensión de tierra-limitada de tiempo y espacio, al entrar en una dimensión celestial o espiritual, y entonces vuelve a cualquier punto de tiempo y en cualquier sitio de espacio.
La experiencia de Felipe era indudablemente profética del arrebatar que es profetizado a través de la fiesta de Tabernáculos. De hecho, lo que gente llaman "el rapto" es definido y descrito con más precisión por la fiesta de Tabernáculos. Para un estudio más completo en esto, vea mi libro, El Rapto en Vista de Tabernáculos.
Pablo usa el término harpazo en 2 Corintios 12.4, donde él dice que él "fue arrebatado al paraíso" en una experiencia espiritual. La otra vez que la palabra es usada se encuentra en Apocalipsis 12.5, donde el niño "fue arrebatado para Dios y para su trono".
Felipe no "fue al cielo" pero fue tomado de una ubicación a otra en la tierra. Pablo fue arrebatado al paraíso, pero su cuerpo físico no dejó la tierra probablemente. La mujer vestida con el sol dio a luz al Hijo quien fue arrebatado al trono (la posición de reinar).
Finalmente, Pablo dice que aquéllos que están vivos y permanecen serán arrebatados para encontrarse con el Señor en el aire (1 Tesalonicenses 4.17). Es difícil probar en este momento exactamente lo que transpirará, pero porque involucra más de sólo los muertos que están siendo levantados, tiene que ser un e vento que ocurre durante la fiesta de Tabernáculos. Parece que lo más probable que esto refiere a la presentación de los Hijos en el octavo día de Tabernáculos.
En otros términos, 2 Tesalonicenses 4.16-17 enfoca en el primero y último eventos de la fiesta en secuencia de cumplimiento. La resurrección y presentación de los Hijos son todo que Pablo menciona aquí. No es por cierto un tratado completo del asunto. Pablo no dice que ambos la resurrección y el "arrebato" de los santos vivientes deben ocurrir al mismo tiempo. El está dándonos meramente el orden de eventos. Nosotros sabemos de la ley que el período de tiempo entero tomará tres semanas, así como tomó simplemente un poco más de siete semanas para cumplir todos los eventos proféticos de la Pascua al Pentecostés.
La descripción de Pablo en 1 Tesalonicenses 4.17 utiliza el cuadro de Moisés ascendiendo al monte en el libro de Exodo. Moisés subió el monte ocho veces, volviendo la última vez con su rostro resplandeciente con la presencia divina (Exodo 34.35). Esta experiencia fue conmemorada después de esto como el octavo día de Tabernáculos.
Había "espesa nube sobre el monte" (Exodo 19.16), "porque Jehová había descendido sobre él en fuego" (Exodo 19.18). El pueblo tenía que preparar durante "el tercer día" (es decir, después de 2,000 años) cuando se esperaba que ellos aparecieran ante Dios en el monte.
Claro, el pueblo era demasiado temeroso para acercarse a Dios (Exodo 20.18-20), así Moisés era el único que cumplió el modelo de encontrar al Señor en el aire y en las nubes. El último viaje al monte es el modelo más importante de este "rapto". Exodo 34.4 dice, "y se levantó [Moisés] de mañana y subió al monte Sinaí." Esto profetiza de la resurrección y ascensión para encontrarse al Señor. Versículo 5 continúa,
5 Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová.
Otro detalle importante es el hecho que Moisés fue dado la ley aquí. En una visita anterior él había sido dado las tablas de la ley, pero cuando él volvió y encontró a Israel alabando el becerro dorado, él rompió esas tablas (Exodo 32.19). Después, Dios escribió de nuevo por segunda vez la misma ley, profetizando de la segunda ley que es dada en la segunda venida de Cristo. Profetiza del tiempo cuando la ley será escrita en nuestros corazones para que no se rompa. Esto se hace a través del nuevo pacto.
También es importante que nosotros entendamos el propósito de encontrar al Señor en el aire. La palabra griega que Pablo usa es apántesis que es específicamente una palabra usada para describir comisiones de bienvenidas que salen para recibir a los dignatarios visitantes. Por ejemplo, en Mateo 25.1 las vírgenes "salieron a recibir al esposo [novio]". El relato muestra que ellas estaban dándole la bienvenida al esposo y no esperaban volver a la casa del esposo. El no estaba dándoles la bienvenida a ellas. Ellas estaban dándole la bienvenida a él.
La palabra se usa de nuevo en Hechos 28.15 cuando los hermanos de Roma salieron a recibir a Pablo mientras lo llevaban a Roma.
15 de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos [apántesis] hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento.
Una vez más, los hermanos en Roma consideraron a Pablo como un dignatario visitante, y lo honraron por venir "a recibirnos". En ningún momento nadie contemplara dar la vuelta y volver a Jerusalén con Pablo.
Igualmente, cuando Pablo usó el término apántesis en 1 Tesalonicenses 4.17, él no intentó implicar que los santos encontrarían a Cristo en el aire y entonces volver al cielo con El. El Señor desciende a la tierra aquí, y los santos salen a encontrarlo para escoltarlo a la tierra con el honor debido a El.
Ellos Lo encuentran en "el aire" al contrario de estar subterráneo. La fuerza de esto es mostrar que ellos han sido levantados de la muerte para encontrarlo en el aire. Porque Pablo también dice que ellos lo encontrarán "en las nubes", normalmente pensamos que esto debe tener un lugar muy alto fuera de la superficie de la tierra. Pero la palabra griega es aér, de la cual recibimos nuestra palabra aire en español. La palabra es usada en Hechos 22.23,
23 Y como ellos gritaban y arrojaban sus ropas y lanzaban polvo al aire [aér],
Del mismo modo, Pablo dice que su propósito en la vida no era como un boxeador de la sombra que "golpea el aire" (1 Corintios 9.26). El término era para ser entendido en contraste con el subterráneo, el lugar de los muertos.
Hablando sobre las "nubes", Pablo usaba la terminología de la escena descrita en el libro de Exodo, cuando Dios descendió al Sinaí y una nube rodeó al monte. Exodo 19.9 dice,
9 Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre.
Después leemos en Exodo 24.18,
18 Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
Ya que es verdad que Moisés ascendió al monte en la nube, es igualmente verdad que él nunca dejó la propia tierra. La palabra griega para nube es nephele, de la raíz, nephos. El Diccionario Explicativo de Palabras del NT de Vine [Expository Dictionary of New Testament Words de Vine] da su significado,
"denota una masa nublada, informe cubriendo los cielos. Por lo tanto, metafóricamente, de una multitud densa, una muchedumbre. Hebreos 12.1"
Puede significar nubes físicas, claro, pero la Biblia la usa a menudo de una manera metafórica. Hebr eos 12.1 usa el término para referirse a "teniendo en derredor nuestro tan grande nube [muchedumbre] de testigos".
Jesús testificó a Caifás y el concilio en Mateo 26.64 que El vendría, mientras "viniendo en las nubes de cielo". Al mismo tiempo El sería visto "sentado a la diestra del poder de Dios". Aparece que la gran nube de testigos son sentados aun ahora con El en los lugares celestiales (Efesios 2.6), y de esta posición de poder El viene sobre las "nubes" de cielo. ¿Es este literal o metafórico? Yo no sé que importa en el fin, pero parece a mí ser más de una metáfora que habla de la manifestación de los hijos de Dios. Cristo viene en ellas—las nubes—porque El es la Cabeza que ha unido con el Cuerpo.
Pero sin tener en cuenta nuestra interpretación, el plan divino no es para los santos ir al cielo para vivir con El, sino que Cristo venir a la tierra para morar con los hombres. Apocalipsis 21.3 dice, "He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos".
La segunda venida de Cristo está involucrada con los días de fiesta de otoño. La resurrección de los muertos viene primero a la fiesta de Trompetas. Entonces aquéllos que son los vencedores vivientes serán cambiados en la inmortalidad en el primer día de Tabernáculos. Su Cabeza vendrá y une con el Cuerpo a la mitad de Tabernáculos, para que el Nuevo Hombre de Creación podrá ser presentado al Padre en el octavo día, como la ley ordena.
Entonces en el mismo día (tiempo terrestre) ellos serán manifestados como hijos de Dios al resto de las personas en la tierra, y el Reino de Dios empezará a crecer rápidamente ya que los hombres ven a Cristo en ellos [hijos de Dios] y desean entrar en la misma experiencia. Pronto todas las naciones vendrán a aprender de Sus maneras (Isaías 2:2-4), y la más gran era de evangelización mundial empezará.
Los dispensacionalistas desarrollaron esta idea del "rapto" en los años 1800 sin entender los días de las fiestas de Israel y cómo las fiestas profetizaron de ambas venidas de Cristo. Ellos intentaron encajarlo en el horario de la 70ª semana de Daniel, que ellos creyeron iba a tener un cumplimiento futuro.
Ellos identificaron esta 70ª semana con la gran tribulación durante cual tiempo un anticristo se levantaría al principio o a la mitad de la tribulación.
Ellos asumieron que los judíos eran Israel y que Dios los recogería a Palestina, donde el anticristo establecería un templo en Jerusalén actual. Ellos también asumieron que "los gentiles" serían sacados de la tierra a algún punto, dejando a los judíos para sufrir la tribulación bajo el anticristo. Pero entonces Jesús vendría al último minuto, después de que todos menos 144,000 judíos habían sido matados, y que cuando ellos vieron a Jesús viniendo, entonces ellos Lo reconocerían y confesarían su fe en El.
Entonces, como premio de su confesión del último-minuto de fe, ellos serían dados posiciones de reinar sobre los "gentiles". No hay ningún requisito para ser vencedor, o para aprender el carácter de Jesucristo como una calificación de reinar. La única calificación es ser un judío genealógico (o israelita, como ellos suponen). Es como si la gran pared separadora en el templo será reconstruida hoy, y que los que no son judíos serán los ciudadanos de la segunda clase en el reino. Es como si Jesús sólo botara aquella pared por un tiempo corto, pero que será reconstruida de nuevo en una edad judía venidera.
Si eso no fuera suficiente, ellos creen que serán instituidos de nuevo los sacrificios de animales, haciendo la sangre de Cristo una solución temporal para los gentiles durante el período entre las 69ª y 70ª semanas de Daniel.
Ellos creen que la Jerusalén actual, que Pablo llama "Agar", llevará la promesa de Dios. Ellos creen que la "higuera" que Jesús maldijo llevará los frutos de nuevo, aunque Jesús dijo que el reino de Dios sería quitado de ellos y será dado a una nación que produzca los frutos del Reino.
Todas estas cosas son fundadas en la idea más básica que la 70ª semana de Daniel fue desconectada de las primeras 69 semanas y puesta en el futuro lejano. No hay ninguna prueba absolutamente para esta asunción, y es basada en una falta de conocimiento histórico con respecto al tiempo del nacimiento, ministerio, y crucifixión de Jesús.
La historia muestra las setenta semanas de Daniel que empezó en 458 a.C. y acabó en 33 d.C. La historia muestra que Jesús nació en septiembre de 2 a.C., y que El tenía 30 años de edad en septiembre de 29 d.C. cuando la Escritura dice que El empezó Su ministerio.
Su ministerio cubrió la mitad final de la 70ª semana de Daniel. Esa semana no fue demorada para un tiempo futuro. Jesús ministraba durante esa semana de años. La semana terminó en el primer mes del año hebreo precisamente 70 semanas (490 años) después del decreto de Artajerjes que comisionó a Esdras para ir a Jerusalén para hacer un sacrificio (Esdras 7:9). Jesús hizo entonces el Sacrificio mayor de El Mismo en Jerusalén en el mismo mes 490 años después.
Tuvo que ser hecho 490 años después, porque Dios fue obligado a perdonar la nación "setenta veces siete" o 490 veces (Mateo 18.22), según la parábola de Jesús. Dios perdonó la nación una vez por año en el día de Expiación, y Su obligación para perdonar no terminó hasta el año 33 d.C.
Una vez establecido que las setenta semanas de Daniel expiraron en 33 d.C. con el sacrificio de Jesucristo, el Cordero de Dios, entonces la teoría entera de dispensacionalismo y su hermana melliza, el sionismo cristiano, desaparecen en una bocanada de humo. Todas las teorías no basadas en la Escritura de los sacerdotes levitas con sacrificios de animales y templos físicos en Jerusalén derrumban de su propio peso. Ninguno de estas ideas del antiguo pacto puede resistir la luz del libro de Hebreos.
Cuando uno ha sido adoctrinado durante muchos años en estas asunciones falsas de escatología, es difícil de nuevo alambrar a nuestras mentes y de nuevo aprender la verdad de Escritura. Esperamos que la gente de otras religiones hagan los grandes cambios en su pensamiento, pero nosotros mismos no esperaríamos tener que hacer cambios similares.
El punto de partir es estudiar los días de la s fiestas y aprender la historia básica de las setenta semanas de Daniel. Estas dos cosas serán las más útiles para establecer de nuevo las fundaciones de escatología resultando en quitar el libro de Hebreos del basurero y volverlo a su lugar de prominencia.
Lectura suplementaria sugerida para un entendimiento mayor: Hebreos: Inmigrando del Antiguo Pacto al Nuevo.