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El Propósito del Desierto

¿Sientes que estás en un desierto espiritual? ¿Has sido expulsado de tu Iglesia? Esto explica por qué Dios llama a algunos fuera de la Iglesia por una temporada para enseñarles cosas nuevas, para que puedan volver a ministrar a aquellos que tienen oídos para escuchar.

Category - Short Book

Capítulo 9

Obras Mayores Que Éstas

Yo creo que el mundo verá milagros que ellos nunca han visto antes—las obras mayores que Jesús dijo que se harían (Juan 14:12). Esto producirá la más grande cosecha de almas que el mundo ha visto alguna vez. Justamente cuando la mayoría de los cristianos piensan que la cosecha está acabada, ellos se encontrarán en el momento del comienzo.

Los vencedores tienen otros mil años para enseñar al mundo. En la próxima Era las naciones fluirán al monte Sion en la Jerusalén celestial para aprender la ley del Señor (Isaías 2:2-4). Ellos no necesitarán viajar a la ciudad vieja de Jerusalén a un templo físico, ya que Cristo se manifestará a través de los vencedores quienes serán Su Templo. Ellos serán el “Sion” de profecía también, como Hebreos 12:22 dice que el nuevo Sion no es el Sion viejo, igual que la Nueva Jerusalén no es la ciudad vieja en el medio oriente.

Sion es la ciudad de David donde él gobernó a Israel. Ésos que logran la primera resurrección son la compañía de David que son llamados para gobernar (Apocalipsis 20:4-6). Esto no es basado en la genealogía, sino en carácter y relación con Jesucristo. Uno debe ser como David, “un hombre conforme a mi corazón [de Dios]”.

Habrá un nuevo Orden de Melquisedec que combina el gobernar con el sacerdocio, así como Jesucristo es Rey y el Alto Sacerdote. “Melqui” significa Rey. “Sadoc” significa Justicia y se refiere al alto sacerdote bajo Salomón, el “Príncipe de Paz”. El reino de Salomón retrata el reino de paz en Jerusalén, “la Ciudad de Paz”.

Así si USTED es parte de esa Nueva Jerusalén, si USTED es parte de ese monte Sion, las personas vendrán a USTED y preguntarán, “¿Qué está diciendo Dios?” Usted podrá no sólo compartir con ellos lo que la Palabra del Señor es, pero también les enseñará cómo oír la Palabra ellos mismos. Usted les enseñará la ley divina y administrará la justicia según la mente de Cristo. Y cuando ellos aprenden a oír la voz del Espíritu por ellos mismos, esta ley empezará a ser escrita en sus corazones, porque ellos no lo oirán meramente externamente, sino internamente. No simplemente sus acciones serán cambiadas sino también sus corazones, sus naturalezas, hasta que todos lleguen al lugar dónde ellos todos tienen la mente de Cristo y manifiestan Su carácter.