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EL PAGARÉ EN PROFECÍA

Este es un folleto de bolsillo, un estudio de 33 páginas sobre las implicaciones de la parábola de Jesús en Mateo 21: 33-45 a la luz de la historia bíblica.

Category - Pocket-Sized Book

Capítulo 2

¿Quién es Israel?

Las parábolas de Isaías 5 y Mateo 21 nos muestran que Dios es un agricultor quien quiere producir buen fruto, generalmente referido como “uvas”. Nosotros sabemos, sin embargo, que esto es simbólico, en vez que literal. El Antiguo Testamento lo conoce como los frutos del Reino, porque la viña de Dios era el Reino de Dios. Isaías 27.6 dice,

Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto.

Esa es la promesa, y los que creen en la Biblia no cuestionan este hecho. Pero muchos difieren en CÓMO esto va a ser cumplido, y a través de quién. ¿Quién va a realmente producir los frutos del Reino que Dios desea?

Cuando Israel fracasó en producir esos frutos en el Antiguo Testamento, fue porque ellos adoraron falsos dioses y arrojaron a un lado Su ley. Los profetas hablan de esto constantemente. Así, Dios los juzgó por arrojarlos fuera de la tierra y arrebatarles el nombre de la primogenitura, “Israel”. El levantó a los asirios desde el 745-721 a.C. para conquistar a Israel y deportar a los israelitas a Halah, Habor, por el río de Gozán y en las ciudades de los Medos (2 Reyes 17.6). Esta fue el área cerca de la mitad del sur del Mar Caspio.

Israel llegó a ser “No Pueblo Mío” (Oseas 1.9). Dios los divorció (Jeremías 3.8, Oseas 2.1). Él aún dijo que Él iba a llamar a Sus siervos por “otro nombre” (Isaías 65.15), el cual, por muchos siglos, hizo difícil identificar las “tribus perdidas de Israel”. La Enciclopedia Judía no hace el intento de decirnos que esos israelitas perdidos serían encontrados en los judíos de hoy. Dice,

Como un número grande de profecías relatan al retorno de 'Israel' a la Tierra Santa, los creyentes en la interpretación literal de las Escrituras han laborado siempre bajo una dificultad con respecto a la existencia continuada de las tribus de Israel, con la excepción de aquéllos de Judá y Leví (o Benjamín) que volvió con Esdras y Nehemías. Si las Diez Tribus han desaparecido, el cumplimiento literal de las profecías sería imposible; si ellos no han desaparecido, obviamente ellos deberían existir bajo un nombre diferente.

Sí, ellos existen bajo un nombre diferente, y este NO es el nombre de “judío”. Registros oficiales de antigua Asiria, Persia y Grecia nos dicen que ellos llamaban a Israel por varios nombres: Ghomri (Gomer), Khumree, Sakka (Saxons), Getae (“cautivos”) y otros más. Así, ellos perdieron su nombre “Israel”.

Años después, las guerras empujaron a la mayoría de esta gente al oeste y norte de Europa. Ya que muchos de ellos cruzaron las montañas del Cáucaso en su camino hacia Europa, ellos llegaron a ser conocidos como “caucásicos”.

Aunque la arqueología ahora ha probado adonde ellos se fueron y quiénes ellos son hoy, esto no niega el hecho de que ellos fueron arrojados y ya no fueron el pueblo de Dios y ya no los “escogidos” como tal. A lo mejor, podemos decir que ellos fueron ex -israelitas de la dispersión.

Entonces la pregunta es esta: ¿Cómo una persona llega a ser un israelita? ¿Cómo un ex-israelita de la dispersión llega a ser un israelita otra vez? ¿Y cómo hace alguien más—judío, griego, romano, quien sea—llega a ser un israelita?

Esta es una cuestión legal, no genealógica, porque esto es un asunto de ciudadanía en el Reino de Dios. La genealogía de uno no era de ayuda en los días de Isaías—Dios los arrojó fuera sin importar su genealogía. Y hoy, la genealogía de uno puede solo trazar hacia atrás a la familia de uno a la gente quien Dios divorció y arrojó afuera por violar Su pacto. Como una defensa legal, la genealogía de uno es relativamente sin uso.

Lo mismo aplicaría a los ex-judiítas de la dispersión en el 70 d.C. Ellos hicieron peor que los israelitas. Jeremías 3.8-11 dice que la hipocresía de Judá fue peor que la desleal fornicación de Israel.

Por esta razón, Dios abandonó a Jerusalén como Él lo había hecho antes con Siloh. Siloh había sido un pueblo en Efraín; Jerusalén estaba en Judá. Él por lo tanto abandonó a los DOS Israel y Judá igualmente. Ver Salmo 78.60 y Jeremías 7.12-15. Versículo 15 dice a Jerusalén,

Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la generación de Efraín.

Así otra vez, necesitamos saber como llegar a ser uno de los “escogidos” de Dios una vez más. Como vamos a ver, la respuesta está juntamente pegada al concepto del Recibo de la Deuda. El Recibo de la Deuda [Pagaré] es el “papeleo legal” por el cual Dios ESCOGE ciertas naciones para dar la autoridad de producir los frutos del Reino de Dios. Y, por supuesto, la pregunta final es esta: De todas las naciones sucesivas que Dios escogió a través de la historia para darles autoridad para pagar la deuda, ¿QUIÉN REALMENTE VA A HACERLO? Ésa es la clave para entender el concepto de los “escogidos”.