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Libre Albedrío Contra Propiedad

Muchos no están de acuerdo sobre si el hombre tiene o no libre albedrío. Este folleto de 26 páginas muestra de las Escrituras que el libre albedrío no es el tema fundamental, sino el hecho de que el Creador posee todas las cosas y es responsable de todo lo que posee. Hay implicaciones legales muy interesantes en esto.

Category - Short Book

Capítulo 2

Propiedad y Responsabilidad

El Creador Tiene Leyes De La Tierra

Quiero cambiar todo este asunto de libre albedrío hacia lo que creo que es el asunto real. La cuestión de libre albedrío es un asunto de un lado. No es una cuestión de libre albedrío, es una cuestión de propiedad. Vamos a ir de nuevo a las Escrituras y la ley para mostrarle esto.

Génesis 1:1

1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Este es siempre un buen lugar para empezar—el principio. ¿Creemos, todos nosotros, que fue Dios el Creador? O, ¿alguna gente creerá que el diablo creó la tierra? Los antiguos griegos creían que el diablo era el responsable por la creación de la material (cosas materiales) porque ellos creían que la material era inherentemente mala. Ellos no podían ver que un dios bueno podría crear material mala. Su premisa básica era incorrecta. La material física fue creada y pronunciada “buena” a cada etapa de la creación (Génesis 1:10, 12, 18, 21, 25, 31).

Como cristianos, creemos que Dios es el Único quien crea. El es un Dios bueno, no un Dios malo, y que este Dios del Antiguo Testamento no es diferente del Dios del Nuevo Testamento. Hay algunos quienes clamaron ser cristianos de la primera iglesia, algunas sectas, quienes creían que el Dios del Antiguo Testamento era un vengativo y detestable Dios, pero que el Dios del Nuevo Testamento, Jesucristo, es un Dios de amor. Ellos creían que esos fueron dos diferentes dioses opuestos uno al otro.

Para mí, eso es blasfemia. Dios creo todas las cosas, incluyendo al hombre. En Génesis, Capitulo dos, verso 7, leemos lo siguiente:

Génesis 2:7

7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Nota aquí que el hombre fue formado del polvo de la tierra. Esta tierra, o este suelo del cual fue formado el hombre, era algo que Dios había creado en Génesis 1:1. Así, el diablo no creó; Dios creó la tierra y entonces formó y dio forma al hombre de este material que El había creado. Eso es el porque “del polvo al polvo, y de la ceniza a la ceniza”. Cuando morimos nuestros cuerpos regresan al polvo. Ellos regresan a los elementos de la tierra de la cual fueron originalmente creados. Cambia a Levítico 25

Levítico 25:23-24

23 La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo. 24 Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión otorgaréis rescate a la tierra.

Estas son las Leyes de la tierra de Dios. La tierra siempre tendrá que ser redimida. Esta es la ley de Dios. ¿En base a qué tiene Dios leyes de la tierra? Recuerda cuando Israel fue dentro de la tierra de Canaán, Josué dividió toda la tierra de Canaán entre los ciudadanos de Israel--primero entre las tribus y después a cada familia. Todos ellos tenían una tierra de herencia. Pero aunque ellos heredaban la tierra, no se les dio absoluta soberanía sobre sus tierras. Ellos eran inquilinos en la tierra de Dios. Había condiciones a las cuales ellos estaban sujetos. El hombre tenía autoridad sobre la tierra, pero Dios retenía la soberanía.

Hoy día, nosotros le llamamos “dominio eminente”. El gobierno clama dominio eminente sobre tu tierra, para que si ellos quieran construir una autopista, vienen y condenan tu tierra. Básicamente, ellos vienen y la compran. Tú estas sujeto a ellos, y no tienes mucha decisión en el asunto. Ultimadamente el gobierno clama dominio eminente sobre tu tierra.

En la misma manera, Dios clama dominio eminente sobre tu tierra también. Esto es, basado sobre el hecho de que El creó todas las cosas. Nosotros adueñamos lo que nosotros creamos, y la labor que ponemos dentro de cualquier proyecto es la base de nuestra propiedad. Aun así, a Dios le pertenece todo lo de la tierra porque El creó todo lo de la tierra. Esto es muy simple. Su propiedad está basada sobre el hecho que Dios puso Su Labor dentro de crear todas las cosas. Soberanía está basada sobre propiedad. Autoridad es una menor forma de soberanía que está limitada por el poder que está encima de dicha autoridad.

Así que, cuando Israel le fue dado la tierra como su herencia, se les dio solo autoridad limitada. No se les dio soberanía. Dios retuvo soberanía; se le dio al hombre autoridad limitada. Todos necesitamos saber esa distinción. Autoridad está siempre limitada por la voluntad del quien es soberano.

Es No es una Cuestión de Libre de Albedrío: Esto es una Cuestión de Propiedad

Dios creó al hombre del polvo de la tierra. Si, Dios es dueño de toda la tierra por el derecho de creación, y nosotros somos hechos del polvo de la tierra, Dios te adueña, y Dios me adueña. Esto no es una cuestión de que si tienes o no un libre albedrío; esta es una cuestión de quien te adueña. Por el derecho de creación, ¿podrá alguien negar que Dios sea dueño del polvo de la tierra? ¿Formó Dios al hombre de este mismo polvo? ¿Negará alguien que Dios creara todas las cosas? Si Dios creó todas las cosas, entonces, El es dueño de todas las cosas; y ahí es donde encontramos el punto crítico de todo el asunto.

Nosotros podremos alegar todo el día, para atrás y para adelante, acerca de que si el hombre tiene o no libre albedrío. Ese debate hace bien para unas gimnásticas mentales; pero todo el asunto realmente no viene al punto. El punto es, ¿quién es el dueño de todas las cosas?

¿Y por que decimos esto?

Cambia a Éxodo 21. Cuando tu empiezas a mirar a las leyes de responsabilidad, entonces la propiedad llega a ser muy, muy importante. Recuerda, nos estamos preguntando nosotros mismos esta cuestión básica: ¿Quién es responsable por el mal que es hecho en la tierra? La iglesia ha desarrollado la idea del libre albedrío para explicar el mal y remover la responsabilidad de los hombres de Dios. Ellos no quieren que Dios sea el responsable por alguna cosa mala de lo que está pasando, y para hacer esto, ellos ponen la responsabilidad sobre el hombre y el diablo. ¿No es ese el motivo básico? Si ese es el motivo básico, entonces la enseñanza del libre albedrío no solventa el problema que era intentado a resolver.

¿Quién creó al diablo? ¿Quién creó al hombre? Dios no tenía que crear al diablo, tampoco El estaba obligado por una fuerza externa o coacción a crear al hombre. Pero a causa de que El lo hizo así, El es el dueño y es responsable por lo que El ha creado. Si cualquiera de los dos, el hombre o los diablos, han hecho mal, el dueño es legalmente responsable a pesar de todo su “libre albedrío”.

Leyes de Responsabilidad de Dios Basadas Sobre Propiedad

Para probar esta responsabilidad, vamos a ver algunas leyes de propiedad:

Éxodo 21:33-34

33 Y si alguno abriere un pozo, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno, 34 el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo.

La responsabilidad aquí está basada sobre propiedad. Si un hombre cava un pozo y no toma los pasos necesarios para cubrirlo, y un buey viene y cae dentro por su propio “libre albedrío”, o por su propia estupidez, imagínate, ¿quién es responsable de acuerdo a la ley de Dios? Esta es la ley que establece la regla de responsabilidad. Es el dueño del pozo quien es responsable, y él mismo deberá comprar el buey muerto para si mismo. El dueño tendrá que pagar por él como si aun fuera un buey vivo, y el buey muerto pasa a ser de él.

Yendo hacia atrás figurativamente, en el Jardín del Edén Dios cavó un “pozo”. No lo cubrió, y el hombre cayó. ¿Por qué el hombre cayo? ¿Por qué él murió? El murió porque Dios plantó un par de “árboles” en este jardín, y Dios le dio al hombre la “voluntad libre” de hacer una decisión, completamente consciente de la decisión que Adán iba a hacer. Aún Dios no cubrió el pozo para evitar la caída de Adán. El no tomó la precaución en este caso. El no construyó un barandal de diez pies de alto alrededor de ese árbol del conocimiento del bien y mal. El hombre cayó porque Dios no tomó la propia precaución que hubiera sido necesaria para prevenir al hombre de pecar.

¿Pudo Dios haber prevenido al hombre de pecar? Por supuesto. El pudo haberlo hecho. El no tenía que plantar el árbol en primer lugar; o si lo hizo, El no tenía que omitir el edificar un barandal, una cerca. Más aun, El no tenía que crear un tentador dentro o que entró sin el conocimiento de Dios, o permitirle la entrada. ¿Entró el tentador sin el conocimiento de Dios? ¿Apagó Dios las alarmas de seguridad, y de alguna manera el diablo entró al jardín sin el conocimiento de Dios? ¿Dijo Dios íhíjole!? ¿Será Dios realmente así de ignorante?

El hecho es que Dios sabía el fin desde el principio. El no fue tomado por sorpresa. El cavó ese pozo y lo dejo incubierto porque El tenía un plan; y el plan era hacer al hombre caer. Y así lo hizo. Por las propias leyes de responsabilidad de Dios, entonces, El es el responsable. ¿Entonces que hizo Dios acera de esto? El mandó a su Hijo Unigénito, quien fue levantado en la cruz para atraer todo hombre a El mismo. El pagó por el pecado de todo el mundo, porque todo lo de la creación llega a estar sujeto a la muerte a través de la caída de Adán. El compró el buey muerto. El buey ahora es suyo .

¿Te das cuenta de lo que esto quiere decir? El compró a todo quien cayó, y ellos son ahora Suyos. ¿Ha escapado alguno de caer? A este tiempo presente pareciera a lo mejor que no toda la humanidad es Suya, pero el hecho es que Dios los creó, y por lo tanto, por sus propias leyes de responsabilidad, El compró el mundo. En hacer esto, El cumplió la ley perfectamente. Estas son las Buenas Nuevas del Nuevo Testamento. Su sangre fue suficiente, y la suficiente valiosa para pagar por el pecado de todo el mundo.

1 Juan 2:2

2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo .

Vamos a observar de cerca a la ley con respecto al buey en el pozo. Es obvio que bajo circunstancias normales, el buey simplemente no vio el pozo o fue muy cerca de el. A cualquier punto, el buey cayó dentro del pozo por su propia voluntad, o por su propia ceguera o estupidez. En tales casos, la ley claramente dice, el quien haya cavado el pozo (su “dueño”) sería responsable para pagar por el buey.

Pero supongamos que yo haya empujado el buey del vecino dentro de ese pozo. ¿Esto haría alguna diferencia legal? Bueno, no dice nada acerca de eso, porque ese punto es legalmente irrelevante. Si él empuja el buey dentro del pozo, quizá le debe al dueño cinco bueyes (Éxodo 22:1). Pero aunque esto fuera totalmente accidental, el dueño del pozo es responsable porque él es dueño del pozo . De cualquier manera el dueño del pozo es responsable. El asunto no es si el buey cayó por su propia voluntad o si alguien (como el diablo) lo codeó para adentro. La cuestión permanece siendo la misma: ¿Quién es dueño del pozo? Esto no es una cuestión de la voluntad libre del buey; esto es una cuestión de propiedad.

Veamos en otra ley de responsabilidad que viene de la mente de Dios:

Deuteronomio 22:8

8 Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno.

De acuerdo a esta ley, todo lo que tienes que hacer para ser responsable es fracasar en construir un barandal en el techo de la casa. En esos días la gente construía casas con techos planos, porque a ellos les gustaba congregarse en lo fresco de las tardes en el techo de la casa. A causa de esto, Dios les requirió poner un barandal [pretil] alrededor del techo para que así la gente no se cayera accidentalmente. Si no hubiera baranda y si alguien se cayera del techo, ¿quién sería responsable?

Si un hombre empujara a su vecino del techo, por supuesto, él sería detenido responsable por homicidio. Pero nuestro asunto no es si él cayó por accidente, o si alguien lo empujó deliberadamente. Hay responsabilidad de cualquier manera, y la única diferencia sería el grado de responsabilidad. Nuestro asunto es si, sí o no, el hombre pudo haber prevenido la muerte de su vecino por construir un barandal alrededor del techo de la casa. El hecho es que si tú eres el dueño de la casa, tú eres responsable en poner esas precauciones de seguridad en su lugar. Si no lo haces así, “fue un accidente” no te remueve toda la responsabilidad de tu puerta.

La casa de Dios es toda la tierra y el cielo. Su morada es en los cielos ahora, pero El está haciendo Su casa en la tierra, y eso es el porque de Su venida—para hacer su casa aquí. El problema es que, cuando El constr uyó esta casa, el hombre cayó del “techo”. ¿Quién es responsable? Nosotros estamos de acuerdo de que Dios no empujó a Adán del “techo”. Uno no puede culpar a Dios de asesinato. Aun todavía no podemos simplemente culpar al diablo para remover toda responsabilidad de Dios. No podemos meramente afirmar de que el hombre no tuvo cuidado y cayó por su propio libre albedrío. A decir que totalmente fue culpa del hombre no es una respuesta legal. Propiedad de la casa hace a Dios responsable por sus propias leyes de responsabilidad.

Hay otra ley de responsabilidad que nos ayudaría a entender este asunto.

Éxodo 22:5

5 Si alguno hiciere pastar en campo o viña, y metiere su bestia en campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará.

¿Que pasa si un buey derrumba una cerca por su propia voluntad, y camina dentro de otro campo, y come la pastura de su vecino? ¿Quién es el responsable por pagar por la pastura? El dueño del buey, por supuesto. La ley es clara.

Supongamos que el dueño del buey abre la cerca, y mete al buey dentro del campo de su vecino; y mete la nariz del buey al campo, diciéndole: “Ahora te comes esta pastura, o te voy a golpear hasta matarte”. El buey es forzado a comer la pastura, y no tiene voluntad libre en el asunto. ¿Quién es responsable? El dueño del buey. La única diferencia en castigo es que si la ofensa es deliberada, él tendría que pagar por lo menos doble restitución. Si el buey cometiera la ofensa por su propio “libre albedrío”, el dueño tiene una responsabilidad reducida. Pero de todas maneras el sigue siendo el responsable. Insistir en sobreponiendo la culpa entera sobre el buey, no resuelve el problema de propiedad. Sea que el buey haya entrado ahí por su propio libre albedrío, o si el buey fue metido en contra de su libre albedrío, esto no libra al dueño de responsabilidad en si. La propiedad en sí, trae responsabilidad .

La insistencia teológica sobre del hombre que tiene un libre albedrío, puede reducir el problema de la responsabilidad de Dios, pero nunca la puede eliminar completamente. Esto nos acuerda de la teoría de evolución. Los evolucionistas insisten que la vida vino a existencia por partículas que vinieron juntas al azar en el océano al mismo tiempo. Aunque ellos nunca pueden contestar la cuestión de como la materia vino a existir en primer lugar.

De la misma manera, los antiguos griegos atentaban de reducir la responsabilidad de Dios por crear cosas físicas “malas” por postular un dios malo menor quien creaba materia mala. Ellos le llamaban el “Demiurgo” (algo como la figura de diablo). ¡Pero esto no resolvía su problema tampoco, porque ellos nunca pudieron figurar como un buen Dios podría crear el malvado Demiurgo! Por haciendo el Demiurgo a ser el creador de materia mala, ellos solo lograban en reducir la responsabilidad de Dios, y esperar que nadie notaría que aún estaba ahí.

Propiedad es el único asunto relevante y legal. ¿Puedes ver eso? Esto es porque la cuestión del libre albedrío realmente no entra dentro del problema porque poniendo libre albedrío sobre el hombre o sobre el diablo, no absuelve a Dios de responsabilidad de acuerdo a Sus propias leyes . Esto no hace ninguna diferencia desde un punto de vista a la responsabilidad. Mira en Éxodo 22:6:

Éxodo 22:6

6 Cuando se prendiere fuego, y al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.

¿Qué?, y si prendo un fuego y deliberadamente lo hago en orden para quemar otro campo de mieses del vecino, ¿cuál es la pena? Obviamente, yo tendría que pagar doble restitución por el campo, porque robé sus mieses y las quemé. ¿Pero qué, si accidentalmente quemo la cosecha del vecino? ¿Esto me absuelve de responsabilidad? Absolutamente no . Si yo prendí el fuego, yo soy dueño del fuego. Todo se reduce, una vez más, a una cuestión de propiedad. Las leyes de responsabilidad muestran que libre albedrío ni siquiera entra al cuadro de la Corte de la Ley de Dios.

Es por esto, que digo que libre albedrío es un asunto lateral para que debatan los filósofos. Desde un punto de vista legal, tratando con responsabilidad, declarando el “libre albedrío” del hombre no hace lo que supuestamente ellos dicen que hace. La idea del libre albedrío fue desarrollada primeramente para absolver a Dios de responsabilidad por el hombre y sus acciones. Esto es inadecuado para el trabajo. Esto no hace lo que es intentado a hacer. El único asunto real es este: ¿Creó Dios al hombre, y El podría haberlo creado en tal manera que lo prevendría de caer en pecado? La respuesta es “si” en las dos preguntas . Esto hace a Dios responsable por sus propios conceptos de responsabilidad, como están en las leyes divinas.

Así, libre albedrío no es el asunto central, propiedad lo es. Todo a través de la ley, y en el Nuevo Testamento también, Dios clama propiedad de todo lo que El ha creado. En esa base Dios toma responsabilidad por todo lo que a El le pertenece. El escribió las leyes en responsabilidad, para que nosotros pudiéramos tener la revelación de entender que El legalmente se obligó a sí mismo a comprar el mundo entero. Esto es porque El pagó por los pecados de todo el mundo, y no solo por el dos por ciento de los pecados de la humanidad. La Biblia nunca, nunca dice que El solo pagó por los pecados de algunos cuantos. El pagó por los pecados de todo el mundo, y cuando El lo hizo así, El se absolvió y justificó El mismo como Creador y Dueño del Universo.

Conclusión

Dios ha creado toda esta situación, y por cualquier razón, esta fue Su voluntad de crear vasijas de honra y vasijas de deshonra. Nosotros a lo mejor no podemos entender esto, y si no lo entendemos, entonces, como Pablo dice en Romanos 9:20, no estamos para cuestionar a Dios. Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? Esta es una explicación suficiente para esos quienes no puedan entender estas cosas profundas. Pero, ultimadamente, como nosotros empecemos a conocer la mente de Dios, debemos empezar a entender porque El creó al hombre de esa manera como El lo hizo—y porque lo malo fue permitido en invadir la tierra.

Nosotros sabemos que todas las cosas van a ayudar a bien—y que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la Gloria venidera (Romanos 8:18). Eso sabemos. Yo no tengo una explicación para cada pieza de maldad en la tierra. Yo no lo entiendo todo, pero yo sé una cosa. Mi fe está en Dios. Yo sé que El creó. Yo sé que El es soberano. Y yo sé que El va a trabajar para bien. Pueda ser que no haya mucha solución hoy como para la gente que está atravesando por problemas y que pasa por cosas horrendas en sus vidas. Pero yo sé que en el último día vamos a mirar para atrás en todo lo que ha pasado, y vamos todos a ser capaces de decir que Dios es justificado en todo lo que El ha hecho. Todo eso es lo que yo sé, y esto es un asunto de fe.

Yo tengo fe en que Dios sabe lo que El está haciendo, y yo tengo fe de que Dios es un Dios bueno. Cada injusticia que está en el mundo, El la va a rectificar. El la va a hacer buena. El lo va a convertir en una buena cosa. Como El va a llevar a cabo esto no lo sé, pero aquí es donde mi fe descansa. Yo creo en un Dios soberano quien sabe lo que El está haciendo. El no ha compartido ningún control sobre la creación, aun cuando El le ha dado verdaderamente autoridad al hombre. Nosotros tenemos autoridad sobre nuestra tierra, pero no tenemos soberanía. Nuestra autoridad es limitada. Como lo hemos mostrado antes en las leyes de la tierra, siempre hay ahí una redención permitida para la tierra. Pero aun si la redención no toma lugar en el tiempo de la redención, todo va a ser dado por libre en el año del Jubileo (Levítico 25:54). Esa es la Ley que Dios ha establecido, y ningún hombre puede frustrar eso con el tiempo.