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EL JUBILEO DE CREACIÓN

Este libro trata sobre la soberanía de Dios y la restauración de todas las cosas, que es el propósito general de Dios en la historia. También da una historia de la Iglesia poco conocida que muestra cómo se perdieron estas enseñanzas vitales en el siglo quinto. Explica las tres resurrecciones de las compañías de cebada, trigo y uva en una descripción general.

Category - Long Book

Capítulo 4

¿Castiga Dios en Forma Perpetua?

En este capítulo trataremos de probar por medio de la escritura que los castigos de Dios no son perpetuos. Los traductores ingleses, quienes usan el término "eterno" y "para siempre" con relación al castigo divino y la vida en la era venidera; son traducciones incorrectas del Hebreo y del Griego original. Además, estas traducciones erradas, perjudican y eliminan el concepto Hebreo de la Edad del Reino, la Edad mesiánica, o como comúnmente es llamada en la Biblia, "la era".

Existen por lo menos tres buenas traducciones literales que son muy correctas en el significado de la palabra hebrea, olam, y la palabra griega aion. La Biblia Enfatizada de Rotherham y la traducción literal de Young emplean el vocablo "edad-permanente", "edad-perdurable" y "edad-perpetua", en lugar de la palabra “eterno” o “para siempre”. La versión Concordante prefiere conservarla como eonian, porque la palabra inglesa "eon" significa "una era", y el lenguaje inglés tomó simplemente la palabra "eon" de los Griegos. Por lo menos dos de estas versiones están disponibles en la mayoría de las librerías cristianas, por eso no discutiremos más este punto.

Hay quienes prefieren no usar la frase, “La Edad del Reino”, porque implica que el Reino no existente hoy en día. Por esa razón, yo prefiero usar el término la “Edad de Tabernáculos”, porque éste vocablo nos facilita la idea del tercer estado de desarrollo del Reino.

El Uso de la Palabra "Para Siempre" en el Viejo Testamento

En las partes del Antiguo Testamento en donde la versión inglesa usa los términos "para siempre" o "eterno”, en efecto los toma de la palabra hebrea original, olam. Esta palabra significa "esconder, mantener en secreto, oscuro." La más apropiada interpretación es ésta palabra inglesa, "oscuridad." En su uso actualizado, la palabra tiene que ver con un periodo de tiempo INDEFINIDO, pero NO eterno. Es simplemente UNA EDAD. El final de esa edad es oscuro y generalmente desconocido, pero no sin fin.

Por ejemplo, en el libro de Jonás 2:6, ora El profeta para ser sacado fuera del vientre del Gran pez. Dice él:

6 Descendí hasta las raíces de los montes, la tierra con sus cerrojos me ponía cerco para siempre (olam); Pero tú sacaste de la fosa mi vida, oh Señor, Dios mío.

¿Estuvo Jonás en el vientre del pez por una eternidad? Obviamente no. En la oscuridad, él no tuvo concepto de tiempo, por lo tanto esos tres días y tres noches son descritas como “ olam”, un periodo de tiempo oscuro.

Otro ejemplo donde la palabra “ olam” es limitada estrictamente a un período de tiempo, o a una edad, se encuentra en Éxodos 21:6. Aquí se especifica que un siervo debe de servir a su amo "para siempre" (olam.) Esto no quiere decir que habrá de servir por toda la eternidad, sino solamente por el resto de la vida del siervo. Nadie podía saber el tiempo que un siervo estaría con vida, por lo tanto era un período de tiempo indefinido u oscuro.

Un versículo muy interesante se encuentra en el Salmo 45:6. Veamos que existe tiempo después de olam. Esto prueba sin ninguna duda que la palabra olam no puede significar una eternidad, porque cuando el Salmista deseó expresar eternidad, él tuvo que decir " olam va ad ", "la edad y más allá".

6 Tú trono, oh Dios, es eterno y para siempre (olam va ad, "La edad y mas allá"); Cetro de justicia es el cetro de tu reino.

Existen otros numerosos ejemplos en donde la palabra olam es obviamente limitada a un período de tiempo, pero no es nuestra intención cansar al lector. Simplemente mencionaremos algunos que se encuentran en el libro de los salmos por si acaso algún lector desea estudiar esto un poco más a fondo: Salmo 78:66; 79:13; 86:12; 89:1; 110:4; 112:6; 115:8.

El Uso de la Palabra "Para Siempre" en el Nuevo Testamento

Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos en el idioma Griego o, en algunos casos, en Arameo y luego fueron inmediatamente traducidos por los autores al Griego. Los autores del Nuevo Testamento con frecuencia citaban versos del Viejo Testamento, y cuando lo hacían, usualmente los tomaban de la versión Septuaginta. Esta era la traducción Griega del Hebreo del Antiguo Testamento usado ampliamente durante el tiempo de Cristo y los apóstoles.

En Hebreos 1:8 el autor cita el Salmo 45:6. En este verso, a olam se le da el significado de la palabra griega aion. Compare también Hebreos 5:6 y Salmo 110:4. Esta es la palabra griega que más se acerca al equivalente de olam y por eso es usado en la Septuaginta. Podemos decir con toda seguridad que aion tiene el mismo significado que el concepto Hebreo olam.

¿Pero qué podemos decir de la palabra Griega? ¿Significa aion una edad, o un período limitado de tiempo? Si, en efecto, así es. No hay en ella la idea de "oscuridad", pero así como olam, significa una edad, o un eon.

Podemos probar esto. Uno de los pasajes más obvios del Nuevo Testamento en donde la palabra “ aion” se refiere a una edad se encuentra en Mateo 13, en donde Jesús interpreta sus propias parábolas. Para poder enseñar el contraste entre “ aion” y “ cosmos”, comenzaremos con el versículo 38 del mismo Mateo 13.

38 y el campo es el mundo (cosmos); y la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno; 39 y el en emigo que la sembró es el diablo, y la siega es el fin del mundo (aion), y los segadores son los ángeles. 40 Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin del mundo (aion.)

La versión King James dice, "el fin del mundo", pero la mayoría de las referencias bíblicas contienen al margen una referencia que explica que en los versículos 39 y 40 del mismo capitulo ya referido, deberían de leerse "EDAD" o como dice la versión Valera "siglo" en vez de la palabra "mundo". ¿Cómo saben ellos esto? Simplemente porque la palabra griega es aion, en vez de cosmos. Todos los traductores saben que aion se refiere a una edad, incluyendo la versión American Standard. Aion es un período de TIEMPO limitado.

Las edades tienen un principio y un fin. Hebreos 11:3 dice que las edades tienen puntos de comienzo:

3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo (aionas, "edades ") por la palabra Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

En este caso la versión NASV tradujo incorrectamente aionas. Aionas es simplemente, en Griego, el plural de aion. El citado versículo dice que Dios "compuso" o " formó" las edades; por tanto, edades tienen un principio. Esto es también testificado por Hebreos 1:2.

2 En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó el heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo (aionas, "edades".)

Sabemos que Jesucristo (o sea el Verbo de Juan 1:1) en verdad creó el mundo, pero esto no es lo que el autor de los Hebreos (Pablo) nos estaba diciendo. Él afirmaba que Jesucristo creó las edades del tiempo. El tiempo simplemente no existió antes de la creación. El tiempo es una cosa creada, así como el espacio. En efecto, Pablo hace referencia a una promesa que Dios hizo ANTES que comenzase el tiempo, y se encuentra en Tito 1:2

2 En la esperanza de la vida eterna (aionian), la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos (pro chronon aionion, " antes de que comenzaran las edades".)

Es algo verdaderamente infortunado que los traductores de la Nueva Versión Bíblica Americana, NASV, no entendieron la doctrina de las edades. Si ellos hubieran trasladado el pasaje como se lee, en lugar de tratar de traducirlo basado en sus propios entendimientos, hubiera sido algo muy simple para el lector, entender como Dios formó el tiempo, el cual fue dividido entre varias edades. Aquí es en donde una traducción más literal ayuda. Por ejemplo la Traducción Literal de Young, acerca de Tito 1:2 se lee de esta forma,

“Sobre la esperanza de una vida-perdurable, la cual Dios, que no miente, prometió antes de los tiempos de las edades”.

La versión Enfatizada de Rotherham lo traduce de esta forma,

“Con la esperanza de vida de “edad-perdurable”; la cual Dios, que no puede mentir, prometió antes de la edad-durante los tiempos”.

Estos pasajes son más correctos, aunque más difíciles de leer ya que son muy literales. Las versiones que son muy fáciles de leer como la NASV; ciertamente, tienen su lugar en nuestra sociedad moderna, pero el estudiante serio de la Biblia debe poseer una traducción literal a su disposición para poder filtrar (prejuzgar) las opiniones, sin depender del traductor.

¿“Vida Eterna” o Vida en la Era?

Tito 1:2 también hace referencia a la promesa que Dios nos ha hecho, que es la esperanza de la vida aionian. Muchos han asumido que ésta es una referencia a la inmortalidad misma, y es por eso que es traducida en muchas ocasiones como “vida eterna”. Exactamente hablando, esto no es así. Vida Aionian es una promesa especifica de la inmortalidad en la EDAD DE TABERNÁCULOS, que será otorgada a aquellos que heredaran la Vida en la Primera Resurrección. Como hemos visto anteriormente, unos pocos creyentes heredaran la vida en la primera resurrección; pero la mayoría de creyentes tendrán que esperar para la Resurrección General. Pablo, hace referencia de la primera resurrección en Filipenses 3:11-14

11 a fin de llegar a la resurrección (exanastasis) de entre los muertos. 12 No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no considero haber lo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

El “llamado hacia arriba” de Dios, el cual es mencionado por Pablo en Filipenses 3:14 es de recibir Vida en la primera resurrección, al comienzo de Tabernáculos, NO en la resurrección general, al final de los mil años.

¿Cómo sabemos esto? Porque en Filipense 3:11, Pablo describe este supremo llamamiento como una “resurrección-exterior” (expeler-despojar) (exanastasis.)

Esta es la única ocasión en todo el Nuevo Testamento donde el apóstol Pablo pone las letras "ex" delante de la palabra común “ anastasis ”que se usa para expresar resurrección, haciendo así una diferenciada entre la resurrección suprema, de la resurrección general.

La palabra griega que significa "Hacia arriba" en la Versión Nueva Americana es ano. Significa alto, hacia arriba, o sobre. Cuando esta palabra se usa con relación a países, significa interior, o arriba de la costa. Cuando la palabra es usada con relación al tiempo, significa ANTERIOR (primero), o pasado. De esta forma cuando Pablo usa este término para describir el premio del hacia arriba (supremo) llamamiento de Dios, es por seguro que nos está diciendo que existen dos resurrecciones: Anterior y Posterior, o sea la primera resurrección, y la resurrección general. El premio es el obtener la anterior, o la primera resurrección.

A través del Nuevo Testamento se encuentran un sin número de referencias, relacionadas con la "vida eterna". Por supuesto que hemos de heredar la vida eterna, o la inmortalidad. Pero el énfasis, o la importancia de esta frase consiste en que nos enseña una mejor resurrección, en donde hemos de heredar la vida durante la edad de los Tabernáculos antes del periodo del Cielo Nuevo y Tierra Nueva.

Nosotros deberíamos de entender o ver las escrituras a través del punto de vista Hebreo, no a través de nuestro punto de vista o del Inglés o Español moderno. En el concepto Hebreo, correctamente se creía que seríamos resucitados al principio de la edad de los Tabernáculos. El Mesías vendría entonces a gobernar ese Reino, y su pueblo reinaría con Él. En otras palabras, recibirían vida aionian, "Vida en la Edad-Perdurable", una vida que tenía que ver específicamente con la Edad de los Tabernáculos.

No he encontrado ninguna evidencia que enseñe, en conclusión, que los profetas en ese período del Antiguo Testamento conocieron si había más de una resurrección, o si sabían así mismo de la existencia de una edad Pentecostal antes de la edad de los Tabernáculos. Esto era algo que sería revelado por Jesús y los apóstoles. Y cuando lo revelaron, dejaron muy claro (como vimos en el capítulo Uno) que quienes obtienen el Supremo Llamamiento recibirán la vida, 1,000 años ANTES de los demás creyentes.

Por consiguiente, existen referencias como en Lucas 12:46, que aparentemente indican que los creyentes ("siervos"), que no están aguardando su retorno no heredarán la "vida eterna". En realidad, lo que en verdad significa esto, es que esta clase de personas, no heredarán la Primera Resurrección. No tendrán el privilegio de reinar con Cristo en inmortalidad e incorrupción durante la edad de los Tabernáculos. Por eso, somos exhortados en muchos lugares a luchar para heredar la vida “ aionian”, que es el premio verdadero (Filipenses 3:14.)

Jesús Reinará por la Edad de las Edades

En Lucas 1:33, encontramos que "Su reino NO TENDRA FIN". Lucas hubiera estado equivocado si aquí hubiera usado el término “ aionian”. Las cosas del Reino serán verdaderamente eternas, no por lo que dure la edad (período.) Pero el reinado de Jesús ha de durar solamente hasta que todos sus enemigos hayan sido sujetados, incluyendo a la muerte misma (1 Corintios 15:25-28); en ese momento el Reino es entregado al Padre, y el universo, perfeccionado, entra en un periodo de independencia superior a todas las limitaciones del tiempo, de lo cual sabemos muy poco.

En Hebreos 7:16 el escritor se refiere así a la venida de Jesús la cual ocurrirá "de acuerdo al poder de una vida indestructible". La palabra Griega que se traduce por "indestructible" es “ akatalutus”, y significa "indisoluble”, es decir, “no sujeta a destrucción". La versión King James la traduce por "sin fin", que también es en parte correcto. Él hubiera estado incorrecto si hubiera dicho que Jesús tenía solamente vida “ aionian”. Por lo tanto fue muy cuidadoso cuando escogió sus palabras.

En 1 Timoteo 1:17 se nos dice que Jesús es el Rey de las Edades. Eso significa, que es el legítimo Rey de la tierra y quién gobernará durante las dos edades finales del tiempo. Existe primero la edad de los Tabernáculos, la cual culmina con el plan de Dios en el orden del mundo presente, seguida por la edad del Cielo Nuevo y Tierra Nueva. Estas son las edades de las edades, o las edades por venir.

Después del período de los 7 mil años (Milenio Sabático), Dios activará el lago de fuego para purificar a todos los malos. Los creyentes simplemente recibirán en ese tiempo "pocos azotes" o "muchos azotes", no más de 40, de acuerdo a la ley bíblica que se encuentra en el libro de Deuteronomio 25:1-3. Dios prohíbe el golpear con más de 40 azotes. ¿Por qué?

1 Si hay pleito entre dos hombres y van a la corte, y los jueces deciden el caso, y absuelven al justo y condenan al culpable, 2 sucederá que si el culpable merece ser azotado, entonces el juez le hará tenderse, y será azotado en su presencia con el número de azotes de acuerdo con su culpa. 3 Puede darle cuarenta azotes, pero no más, no sea que le dé muchos más azotes que éstos, y tu hermano quede degradado ante tus ojos.

Los juicios de Dios son medidos cuidadosamente para prevenir que sean deshonrados o que pierdan la dignidad. Ellos nos corrigen, en lugar de destruirnos. Esto es algo verdadero que se aplica a creyentes e incrédulos, porque esta es la misma ley usada en contra los transgresores, Pablo dice en 1 Timoteo 1:17:

17 Por tanto, al Rey de los siglos, (ton aionian, o de las edades), inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos (aionas ton aionas, ‘edades por las edades'.”)

La manera en que comúnmente es traducido este verso, hace pensar a la mayoría de las personas que Pablo nos estaba informando de la "eterna" existencia de Dios. Dios es, sin duda alguna, Eterno. Nadie puede discutir este hecho, es algo que siempre se ha creído como verdadero. Pero Pablo está demostrando otro aspecto del carácter y de la posición de Dios. Él es el " Rey de los siglos o edades" y gobernará en la gloriosa edad final aquí en la tierra. Lo cual indica que gobernará o reinará por los "siglos de los siglos" (edades de edades.)

La frase griega correspondiente es aionas ton aionos. La palabra, ton, significa "de-la (los)", nunca significa "y". Dr.Young traduce el verso previo correctamente y literalmente:

¡Al Rey de los Siglos (edades), incorruptible, invisible, al único sabio Dios, sea honor y gloria--por los siglos de los siglos (edades de edades)! Amen.

Si nos detenemos a pensar acerca de esto, la frase "por siempre y para siempre" no tiene sentido, porque incluye más que un "por siempre". Algunos traductores opinan al respecto de esto siguiendo “el sonido de la música”, enseñando lo que otros enseñan que la frase es solamente una manera de hablar y que solo significa "por siempre y para siempre". Dicen ellos que significa, edades tropezando o rodando sobre edades. Si éste fuera el caso, entonces la palabra "Santo de Santos" (Holy of Holies) debió ser idiomático de "Santo y Santos". El Cantar de los Cantares debería de ser también idiomático y debió ser "El Cantar Y Cantares". Pudiéramos también decir, que el Lugar Santo de Santos (Santísimo) es un Lugar Santo que está rodando o tropezando sobre muchos otros lugares santos. El Cantar de Cantares debería de ser un Cantar conteniendo un infinito número de estrofas o líneas.

No, la Biblia habla acerca del Lugar Santísimo y del Cantar más excelso de los Cantares y de la Edad Grandiosa de todas las Edades.

La Vulgata de Jerónimo

La Iglesia Primitiva en su mayoría estaba dividida entre la lengua y cultura Griegas y Latinas. Leemos en la historia secular que el Imperio Romano conquistó al mundo de habla Griega, poco antes del nacimiento de Jesús. Los Romanos absorbieron mucho de los Griegos, pero la lengua y la barrera cultural siempre permanecieron en su lugar. El modo de pensar era simplemente diferente.

Los filósofos griegos estaban más preocupados con el hombre perfecto (ideal.) Los Romanos estaban más preocupados con realizar o implantar un gobierno perfecto. Los Griegos buscaron el hombre ideal estudiando la virtud y la belleza. Los Romanos siguieron en búsqueda de un gobierno perfecto estudiando la ley y el orden.

Esos contrastes caracterizaron de igual manera a la Iglesia Primitiva. Ambas culturas tenían la tendencia de interpretar la Biblia a través de las perspectivas matizadas de sus propias culturas. A medida que pasó el tiempo, se apartaron más y más de la perspectiva y el punto de vista Hebrea. De esta forma, ambos, Griegos y Romanos tenían debilidades y cegueras, en la misma forma, que hoy en día, nosotros también las tenemos en nuestra propia cultura.

La base en que se apoyaban con firmeza los Cristianos Latinos era su idea que para poder mantener la ley y el orden, era necesario amenazar a los hombres con las torturas más horrendas y el castigo después de la vida. Ésta obsesión de mantener la ley y el orden parece ser la fuerza motivadora detrás del concepto latino de la eterna retribución de Dios sobre todos los pecadores.

Yo no puedo decir, o no sé, en qué tiempo la versión de la Biblia del Antiguo Latín fue traducida para beneficiar a los Romanos. No fue una buena traducción de acuerdo a la mayoría de eruditos. Pero finalmente, entró a la escena un hombre letrado que estaba muy bien instruido para poder realizar la traducción de la Versión Antigua. Su nombre era Jerónimo.

Jerónimo nació en Italia en el año 347 d. C., sus padres fueron unos cristianos opulentos quienes lo enviaron a Roma para que recibiese una educación secular. Después que finalizó sus estudios fue bautizado, a la edad 19 años. Cuando decidió llevar una vida monástica, sus padres se opusieron, perdiendo el apoyo de ellos. Como tenía un mal temperamento, Jerónimo nunca los volvió a ver, ni tampoco hace mención de ellos en sus escritos.

En el año 373 d. C. cuando tenía unos veinte años, visitó el Oriente, porque el mundo Griego era la tierra donde florecía la mas refinada educación y la más alta enseñanza teológica. Allí, en Antioquia, conoció a Evagrios; luego asimiló el idioma Griego. Más tarde, aprendió también el Hebreo.

Desde el año 379 hasta el año 382 residió en Constantinopla, donde conoció a Gregorio de Niza. Fue discípulo también de Gregorio de Nacianzo. Jerónimo comenzó a leer todos los escritos de Orígenes y de igual manera los de todos aquellos escritores que le eran recomendados. Cuando tradujo él la Biblia Latina en 390-406 d. C., escribió en el prólogo unas palabras de apreciación por Orígenes, quien a la vez había trabajado en esa traducción, Jerónimo residió por un tiempo en Alejandría. (Que era la ciudad de Orígenes.)

Finalmente, se estableció en Belén, en donde estuvo a cargo de un monasterio por el resto de sus días.

Fue algo desventurado, que la personalidad de Jerónimo fuese vengativa e implacable. Él fue verdaderamente uno de los mejores eruditos cristianos de su época y fue admirado por eso; pero su pluma venenosa hizo que las personas tuvieran mucho cuidado de no ofenderlo de ninguna manera. Sus ataques insensibles a Pelagios resultaron en el incendio de su monasterio en Belén, el cual, fue totalmente destruido en el año 416 d. C. Jerónimo murió el 30 de Septiembre del año 420 d. C.

En relación con La Vulgata Latina, aparte de todo, Jerónimo hizo un excelente trabajo. Su traducción llegó a ser una obra clásica que se ha usado desde entonces. Sin embargo, tenemos que limitar nuestros comentarios a nuestro tema "eterno" y "para siempre", porque estas palabras en la Biblia Inglesa fueron adquiridas por medio de La Vulgata.

Cuando Jerónimo se encontró con la palabra Griega aionian ("edad-duradera"), él tenía dos palabras latinas que podía escoger para su traducción: “seculum” y “ aeternum”. Ambas palabras habían sido usadas en la Versión Antigua Latina, que estaba él corrigiendo; y por supuesto, estas palabras eran muy semejantes en su significado de la palabra Griega aionian. Por lo que Jerónimo usó ambas palabras alternativamente.

Solamente que había un problema. Las palabras latinas tenían un doble significado. Según una anotación de Agustín en su libro La Ciudad de Dios, XXII, I, leemos,

"Las palabras 'Eterno' y 'Eternidad' del Latín aeternus, aeternitas, están relacionadas con aevum, ambas significan 'tiempo sin fin' y 'un periodo de tiempo'; para el segundo significado el común denominador es la palabra aetas ".

Esta anotación fue hecha por los eruditos modernos latinos con el propósito de dejar clara la terminología del latín, porque Agustín estaba queriendo demostrar que aeternus y aeternitas en la Biblia del Latín eran un tiempo sin fin. Salmo 45:6,

6 Tu trono Ho Dios, es eterno y para siempre (olam va ad, "la edad y más allá"); cetro de justicia es el cetro de tu Reino.

Jerónimo tradujo esta frase para que se leyera en el latín: “in aeternum et ultra”. (“Hacia la eternidad y más allá”.) Es muy obvio que Jerónimo entendía que aeternum se refería a un período limitado de tiempo, una edad, más bien que "eternidad" como se conoce hoy en día, porque no hay nada más allá de la eternidad.

Como quiera que sea el caso, Jerónimo usó ambas palabras “ seculum” y “ aeternus” en La Vulgata en Latín. Mil doscientos años después, los traductores de la King James emplearon la traducción que hizo La Vulgata en el uso de estas palabras. En donde La Vulgata usó “ aeternus”, la versión King James la tradujo "eterno"; cuando La Vulgata usó “ seculum”, en la KJV se lee "mundo" (world.) Por eso es que en Mateo 13:39-40, en la versión King James (Rey Santiago) dice, "el fin del mundo" en lugar del fin de la “era". De acuerdo con nuestra expresión moderna, esa frase significa: "con relación a la orden presente de esta edad".

No es que la traducción de Jerónimo sea incorrecta. Sus palabras fueron técnicamente acertadas. El problema consistió en que estas palabras aparentemente tenían un doble significado, y que Agustín escogió el significado equivocado, para destacar el tormento eterno”. Por eso fue que los eruditos latinos, se vieron motivados a señalar esta su inclinación personal.

El Argumento de Agustín en su Libro, La Ciudad de Dios

El libro, La Ciudad de Dios, era en realidad una serie de libros escritos desde 412 hasta su muerte en 430. Cuando Alarico Rey de los Visigodos saqueó a Roma en el año 410 d. C., ese hecho fue una gran vergüenza para la Iglesia Cristiana que exigió una explicación. Después de todo, se había pensado y a la vez proclamado que era imposible que un evento como ese pudiera suceder, ya que Roma estaba siendo gobernada por los emperadores Cristianos. Se suponía que Dios defendería a Roma de todos los invasores paganos. Los paganos que residían en Roma, irónicamente habían profetizado la caída de Roma, porque los dioses paganos ya no eran apoyados por el estado. Por eso los cristianos latinos, buscando un refugio, se apoyaron en Agustín para que explicara la razón de lo ocurrido. Por esa circunstancia comenzó a escribir su libro dos años después en el 412 d. C.

Agustín deja manifestado en sus escritos que todos los hombres están divididos entre dos ciudades espirituales: Babilonia y Jerusalén. Por lo tanto Roma, no era un asunto de importancia, porque algunos Romanos eran de Babilonia y otros de Jerusalén, la Ciudad de Dios. Él argumentó que al final de la historia, todos los ciudadanos de cada ciudad serían separados por Dios. La mayoría de ellos irían al infierno por toda la eternidad; y unos pocos irían al cielo, también por toda la eternidad. En la última parte de esta serie, particularmente en el libro 21, Agustín trató de probar que el castigo para los malos es "eterno", es decir, sin fin. Para poder hacer eso, él usó un gran razonamiento filosófico y citó a Cicerón, el abogado Romano. (Ver Apéndice1.)

Aparte de eso, su única prueba verdadera fue su interpretación de Mateo 25:46, la cual él discute, en, La Ciudad de Dios, XXI, xxiii en la forma siguiente:

"Porque Cristo dijo en el mismo lugar, incluyendo a ambos grupos en el mismo párrafo: 'así, éstos irán a un castigo eterno, pero los justos a una vida eterna'. Si los dos son eternos, luego ciertamente ambos deben de entenderse como 'extensos', pero teniendo un fin, al contrario de 'para siempre' que significa que no tiene fin. Porque son iguales o comparables el uno con el otro. En una condición, el castigo eterno, en la otra, la vida eterna. 'La vida eterna será para siempre, (pero) que el castigo eterno tendrá un fin' es totalmente absurdo. Por consiguiente, como la vida eterna de los santos será sin fin, el castigo eterno por seguro también no tendrá fin, para aquellos en donde sea asignado".

Agustín parece estar totalmente ignorante de dos cosas: (1) Que la palabra Griega aionian no tenía un doble significado como el latín; y (2) Que el concepto Hebreo de "Edad" es diferente.

Mateo 25:46 nos enseña que los malos pasarán al castigo divino, eso es“ aionian" (durante la Edad.) Los justos, serán resucitados para vida aionian (durante la Edad.)

Jesús específicamente enseñó en los evangelios dos diferentes y distintas resurrecciones. Lucas 14:14 menciona "la resurrección de los justos", en donde éstos serán recompensados. En el evangelio de Juan 5:28-29, Jesús nos habla acerca de la resurrección de ambos, justos e injustos.

El ínterin (el espacio que hay entre un tiempo y otro) entre estas dos resurrecciones se define como "LA EDAD". Aquellos que serán levantados en la resurrección de los justos recibirán vida en La Edad; “vida aionian”. Es una recompensa especial a ciertos cristianos que han sido llamados a reinar con Cristo. Ellos recibirán vida mil años antes que sus consiervos cristianos.

No significa que su recompensa termina con esa edad. Ni tampoco que Dios les quitará la inmortalidad que les ha sido otorgada.

De la misma forma, cuando Jesús habló acerca de los justos e injustos, de que ambos recibirán un “juicio aionian”, Él nuevamente nos está demostrando que este juicio es limitado a una edad específica. Tienen ambas cosas, un principio y un fin. El juicio no es perpetuo y sin la esperanza de una restauración. El libro de Apocalipsis nos enseña que ésta edad del juicio vendrá después del Gran Juicio del Trono Blanco, al final de los 1,000 años de la Edad de los Tabernáculos.

De la misma forma, la recompensa de la vida “ aionian” para todos aquellos que reinarán con Cristo durante 1,000 años comenzará con la primera resurrección y terminará con la segunda resurrección. El juicio “ aionian” de los injustos comenzará con la segunda resurrección y terminará con el gran Jubileo, al final del tiempo, después que toda las cosas hayan sido puestas a los pies de Cristo.

Por consiguiente, el argumento de Agustín con relación a que la vida “ aionian” y el juicio aionian deben de ser ambas cosas iguales, es absolutamente correcto. El problema surge cuando trata de demostrar que tanto la una, como el otro, durarán eternamente, cuando en realidad, en los dos casos hay una relación estrecha con edad y periodo. Agustín no tomó en cuenta la ignorancia del idioma griego del cristiano común. Por otra parte, aprovecha la falta de conocimiento o la ignorancia del término "La Edad" (aion) y las demás cosas relacionadas con él (aionian.)

La realidad de las cosas es, que el argumento de Agustín en su libro La Ciudad de Dios no tiene ninguna base, e incluso los conocedores del Latín que han traducido sus libros, han reconocido esto y nos informan de la extraviada y seductiva retórica de Agustín, y nos lo hacen saber en sus anotaciones.

Por lo tanto queda claro que en la lengua original Hebrea y Griega, las palabras, “ olam” y “ aionian” tienen relación con un periodo de tiempo limitado. Por eso la mayoría de los letrados de la Iglesia Primitiva Cristiana entendieron que el “lago de fuego” duraría solamente por el periodo de una edad. Agustín fue el primero que argumentó en contra de esto; lo cual hizo con absoluta firmeza, porque no entendió la Doctrina de las Edades.

Agustín tenía una gran desventaja, que consistía en su ignorancia total del lenguaje Griego. Peter Brown dice esto en su libro, Agustín de Hipona, pagina 36:

"El fracaso de Agustín al no instruirse en el Griego tuvo grandes consecuencias en el antiguo sistema educativo de Roma; ha de ser el único filósofo del Latín en el pasado, que será virtualmente ignorante del Griego".

Lo peor de esto fue que con el tiempo, la Iglesia Latina no conoció la necesidad de aprender o enseñar el idioma Griego, y esta deficiencia propagó el error con muy poca oportunidad para una corrección. El mismo Peter Brown escribe también lo siguiente:

"Gradualmente la 'comunidad estudiada' dejaría de sentir el interés por los libros Griegos, porque ellos tenían a Agustín". (Ibid., p. 272)

No es nuestro propósito deshonrar o disminuir el crédito de las contribuciones genuinas de Agustín a la Iglesia y al pensamiento Cristiano. Él tenía opiniones y conceptos sólidos, que lo convirtió en el teólogo latino más influyente de su tiempo. Más adelante, haremos comentarios en relación con algunas de sus contribuciones importantes al pensamiento Cristiano; pero por ahora, por razones de tiempo, hemos confinado, nuestros comentarios al argumento presente, explicando el origen y significado de la palabra "eterno" y cómo los diferentes eventos le dieron forma a nuestra interpretación moderna de la misma.